Conoce algunos conceptos importantes en el budismo que te ayudarán enormemente a comprender y profundizar en sus enseñanzas.
Estos conceptos que vamos a conocer forman un marco, en este caso teórico, que facilita la comprensión de la realidad vital del individuo en el aquí y ahora de la existencia particular de cada uno. Asimismo favorecen la posibilidad de encontrar respuestas a las preguntas existenciales más comunes. Conoce más conceptos en este artículo.
Mente
La mente es como un baúl, un recipiente al que se van «agregando cosas». La mente tiene cinco agregados (esos cinco agregados son los que, juntos, constituyen el yo-ego). Se llaman agregados porque se «agregan» o apegan a la mente, y son:
- El cuerpo, la forma y la imagen de uno mismo que nace de ellos.
- Sentimientos y sensaciones, o la información pura de los sentidos.
- Percepción y memoria. La capacidad de la mente de transformar la información sensorial en elementos reconocibles.
- Estados mentales. La transformación subjetiva que producen en la mente.
- Conciencia. Respuesta de cuando algo se hace consciente en nosotros.
El yo-ego resultante de esos cinco agregados es el que padece el deseo y la aversión, y es el sujeto del sufrimiento. En Oriente la mente es representada por un mono. Un mono que no está quieto ni produce resultados útiles y que, incluso más veces de las deseadas, es capaz de provocarnos sufrimiento. Por eso, una gran parte de la práctica budista va dirigida a adiestrar la mente. Si se adiestra la mente, se descubre el yo y una vez descubierto el yo es posible llegar a la iluminación y al Ser.
El resultado de ese yo fruto de la mente y sus agregados son los apegos:
- Apego a lo mío.
- Apego a mis deseos.
- Apego a mis sensaciones.
- Apego a mis fantasías.
- Apego a mis creencias.
- Apego a mis opiniones.
La suma de toda esta actividad de la mente se resume y define como ignorancia. Esta ignorancia no tiene nada que ver con la erudición o su carencia. De hecho, un gran erudito puede ser y, la mayoría de las veces lo es, un gran ignorante. En el zen a la erudición se le suele llamar la basura, entendiendo que las propias opiniones y sistemas de creencias propias de la erudición entorpecen la percepción de lo real. La práctica de la meditación ayuda a discernir lo que es erudición; es decir, un conocimiento «prestado», de aquel que emana de la propia fuente de una mente serena y en calma.
Dijo Buda que cuando una mente se encuentra ante una experiencia nueva que valora como amenazante o desestabilizadora, adopta tres estrategias:
- La primera es la del rechazo. La posibilidad de que esa nueva experiencia desequilibre el status quo mental del sujeto, hace que la experiencia sea rechazada. Esa forma de rechazo puede ser expresa o sutil.
- La segunda estrategia se basa en el deseo de controlar la experiencia y someterla a nuestros gustos y apegos. En última instancia la mente trata de adaptarla a la medida de las propias creencias y opiniones, de tal modo que su efecto desestabilizante se inhabilita.
- La tercera estrategia consiste en simplemente ignorarla, esperando que desaparezca por sí misma.
Todos los estados mentales perjudiciales tienen sus raíces en la ignorancia y convergen en ella. Al abolir la ignorancia, todos los demás estados perjudiciales serán también abolidos.
Duhka o sufrimiento
Este concepto es el que hizo emprender a Buda su búsqueda espiritual. Hay que comprender que sufrimiento se refiere a todo aquello que no es «agradable» para el ser humano. Va desde el desasosiego hasta la enfermedad, los estados indefinibles de tristeza o el abandono; también incluye el cansancio, la preocupación; en definitiva, la ausencia de paz y bienestar. Desde luego que toda la vida no es sufrimiento y existe lo que se llama suhka, que sería lo opuesto, es decir, las sensaciones placenteras y agradables, el estado de paz y calma, pero todo esto tiene la condición de efímero, siendo la vida en general un tobogán que va de duhka a suhka, de lo placentero a lo no placentero, del sufrimiento a la paz.Quien por lograr su propia felicidad daña o hace sufrir a otros que también desean su propia felicidad, no alcanzará esta ni después de muerto.
Ahimsa
Se le suele dar la interpretación de no-violencia y, por extensión, el significado de paz. Sin embargo, ahimsa se refiere especialmente al estado de aversión de la mente de la que ahimsa sería su conquista y superación. El estado de aversión se expresa en el ser humano como ira, cólera, odio, rechazo, animadversión, uso de la violencia especialmente ante el débil, imposición de las propias opiniones y creencias, ausencia de empatía y compasión por menosprecio, rabia, falta de paciencia, comprensión y respeto hacia el otro, entre otras conductas nocivas. Su fuente es el miedo.
En el otro lado, ahimsa sería el estado que también supera el apego. Ese apego se expresa en el ser humano como egoísmo, avaricia, codicia, falta de generosidad, sensualidad animal, búsqueda desordenada de la satisfacción de los deseos, uso de los demás para los propios fines, deseo y mal uso de poder, vanidad, importancia personal, soberbia, ausencia de empatía y compasión ante la primacía de la propia satisfacción, autocomplacencia, intolerancia, uso de la violencia hacia el inferior, indiferencia al dolor ajeno, entre otras conductas nocivas. Su fuente es el deseo.
Los Tres Tesoros
Llamados también las tres joyas, son: el Buda, el dharma y la sanga. La aceptación de estos tres factores es lo que define a alguien como budista. A esta aceptación se le llama «tomar refugio».
- BUDA: significa aceptar que existe el estado búdico, el nirvana, la iluminación, que hay una comunidad de seres iluminados, que existe el despertar, que todos los seres humanos pueden acceder al despertar.
- DHARMA: su primera acepción es la de enseñanza, pero dharma también se refiere a una conducta en la vida de «camino recto» de «camino del medio» practicando la virtud y el deber.
- SANGA: se refiere a la comunidad budista. En principio se refería a los monjes, pero por extensión se refiere también a la comunidad laica y, en su conjunto, a toda la comunidad espiritual que practica el bien en el mundo.
Suttas o sutras
Literalmente, discursos y palabras de Buda, aunque hay algunos sutras que no pertenecen a Buda. Ya hemos visto anteriormente que los discípulos recogieron una colección de textos en la llamada «Tres cestas» o Tipitaka. Son el Vinaya Pitaka, el Sutta Pitaka y el Abidharma Pitaka; a estos tres textos se les llama también «El Canon Pali», pues el pali fue la lengua que hablaba Buda. El término pali sutta en sánscrito es sutra. Este es el canon más tradicional y, por tanto, más cercano a la escuela Theravada, lo cual no implica que no sea reconocido por el resto del budismo. Sin embargo, hay otros cánones como el chino o el tibetano que agrupan otros textos. Esto deja bien a las claras que en el budismo no hay un solo libro sagrado revelado como la Biblia o el Corán, sino una serie de recopilaciones de sus palabras primero y luego otros textos de distintas fuentes que se fueron sumando según su aportación particular de enseñanza y sabiduría.
Bodisattva
Es una figura principal en el budismo Mahayana. Se refiere a los seres humanos que, habiendo alcanzado la iluminación o estando en el camino de lograrlo, deciden vivir la experiencia de renacer de nuevo en la rueda de samsara para ayudar compasivamente a sus semejantes en la vía de la iluminación, a la vez que él mismo progresa. El estado de compasión con todos los seres sintientes y tan querido en el budismo se llama karuna. Ese estado de compasión hace que mientras haya un solo ser sufriendo el bodisattva compartirá su sufrimiento.
El bodisattva pasa por diez etapas antes de lograr la total iluminación:
- La de la alegría y gozo.
- La de la paz y pureza.
- La de la humildad y ecuanimidad.
- La de la convicción y no esfuerzo.
- La de la confianza y seguridad inamovibles.
- La del discernimiento y silencio de la mente.
- La del dominio de la mente y en la que ya no hay vuelta atrás.
- La de la aceptación inamovible, sin deseos ni propósitos personales.
- La de la sabiduría.
- La de la iluminación.